viernes, 22 de julio de 2011

DEBATE: Sobre los Principios Revolucionarios del Proletariado V

Respuesta de los “Proletarios Salvajes” a los compas de Tentativa XXI.

Compañerxs,
Gracias por responder, pero programáticamente discrepamos por completo de su respuesta. 
¿Por qué la revolución proletaria no impone un "régimen económico comunal", un "plan económico social" y/o un "un modo de producción" o una "economía" comunistas? ¿Por qué el comunismo no es una nueva economía, un nuevo modo de producción ni un nuevo régimen?
Porque la sociedad capitalista se basa, entre otras cosas, en la separación y alienación (reificación, si se prefiere) de la praxis humana, que es originalmente humana o total. ¿Cómo la separa? En "instancias" o "esferas": por un lado la economía, por otro lado la política, la cultura, la sexualidad, la ciencia, el arte, etc., etc. En el capitalismo, concretamente, la esfera o instancia dominante es la economía en tanto esfera separada/alienada de la producción material de la vida, es decir que el capitalismo se basa, en este sentido, en la alienación economicista (al decir del antiguo Grupo Praxis). La "determinación en última instancia" de la economía sobre el resto de esferas o sobre la "superestructura" o el "determinismo económico" no son más que expresiones de la alienación economicista, porque en este caso la historia no la hace la humanidad sino un fetiche llamado capital (o "fetichismo de la mercancía", si se prefiere). Y la historia de la sociedad de clases y fetiches en realidad es, en palabras de Marx, "la prehistoria de la humanidad" con la cual precisamente acaba el comunismo. 
Como sabemos, sobre la base de la propiedad privada y la esclavitud asalariada (históricamente impuestas por y vigiladas por el terrorismo estatal), el capitalismo produce mercancías para obtener ganancias y acumular capital, no produce valores de uso para satisfacer las necesidades humanas. Y esto no es otra cosa que la dictadura de la mercancía, del dinero, de la tasa de ganancia, del capital: en fin, no es otra cosa que la dictadura de la economía sobre la humanidad (y la naturaleza). Es decir, la alienación economicista o el fetichismo mercantil son la dictadura de la economía o la dictadura del capital. 
Por lo tanto, para el movimiento comunista histórico, no se trata de gestionar de un modo "obrero" y "revolucionario" la dictadura de la economía o del capital, sino de abolirla revolucionariamente mediante la dictadura social del proletariado. Marx dice claramente que la revolución proletaria será una revolución social o total y no una revolución política o parcial (como ha sido toda revolución burguesa o toda contrarrevolución capitalista-burocrática). Lo mismo se aplica para la economía. Nuestra revolución no será una revolución económica (ni política), sino que más bien abolirá la economía en tanto alienación economicista o dictadura de la economía.  Obviamente para vivir los humanos necesitamos la producción material, por lo cual ésta no se abolirá sino que se revolucionará: concretamente, se revolucionará el qué y el cómo producir las condiciones y medios para vivir; ya no se producirá mercancías para producirle ganancias al capital bajo condiciones de propiedad privada, mercado y salarios, sino que produciremos de manera libre y asociada, según nuestras capacidades y, sobre todo, para satisfacer nuestras reales necesidades humanas, además que esta actividad no estará separada ni alienada del resto de actividades humanas, del resto de la vida (lo cual, dicho sea de paso, nos transformará antropológica y ontológicamente también). 
En este sentido, el comunismo es, por un lado, la dictadura de las necesidades humanas sobre la dictadura de la economía; y, por otro lado, la reunificación/reconciliación de la humanidad consigo misma, de su propia actividad vital o praxis que la hace a ella y al mundo.  
Hablar de "economía comunista" es como decir café descafeinado o abuelita virgen. Es una contradicción real y en los términos. Es imposible. El comunismo es antagónico a la economía, o sea al capitalismo. Plantear un "plan económico social" o un "régimen económico comunal" es plantear solamente una reforma a la dictadura de la economía, al capitalismo. Es continuidad con el sistema, no ruptura con él. Es, por tanto, un planteamiento todavía socialdemócrata que los proletarios comunistas debemos criticar y romper. ¡Se trata de abolir la maldita dictadura de la economía que nos esclaviza, asfixia y mata día a día, no de reformarla y darle continuidad!
Por lo expuesto, el comunismo es profundamente y en todo sentido antieconómico. La dictadura revolucionaria del proletariado (que, como lo explicitamos en el texto, es revolucionaria porque es social, antiestatal, internacional y autoabolicional) es la dictadura de la humanidad contra y sobre la maldita dictadura de la economía. El comunismo no es, pues, un nuevo modo de producción ni un nuevo régimen o sistema social. Es una comunidad humana real y mundial surgida de la revolución comunista mundial. 
Como dice lúcida y categóricamente Gilles Dauvé: 
"Cualquier definición económica del comunismo sigue estando dentro de la esfera de la economía, esto es, la separación de los momentos de la producción del resto de la vida. El comunismo no es una sociedad que alimentaría adecuadamente al hambriento, cuidaría al enfermo, alojaría al que no tiene casa, etc. No puede basarse en la satisfacción de las necesidades tal como existen hoy o incluso como podríamos imaginarlas en el futuro. El comunismo no produce suficiente para cada cual y lo distribuye equitativamente entre todos. Es un mundo en el que la gente entra en relaciones y en actos que (entre otras cosas) dan como resultado que sean capaces de alimentarse, cuidarse, alojarse... ellos mismos. El comunismo no es una organización social. Es una actividad. Es una comunidad humana."
De igual manera, nosotros ya argumentamos en el texto programático enviado lo siguiente: 
"... el capitalismo se basa en la alienación, separación, explotación y dominación de la praxis humana unitaria o total. Es decir, este sistema consuma la fragmentación de la sociedad en “esferas”, y de los humanos en “roles”, mediante la institución de la división del trabajo, de la “especialización” (y los “especialistas”). Así, mientras la economía es la esfera separada y alienada de la producción material de las condiciones de vida (y la que domina o “sobredetermina” a las demás, lo que se conoce como alienación economicista), la política es la esfera separada y alienada de la decisión sobre la vida, del poder. [...]
De allí también que el movimiento comunista no pretenda crear mediante la “política revolucionaria” una “economía comunista”, un “plan económico social” o un “régimen económico comunal” ni nada que se le parezca (grave error que se puede observar en el programa de la cci y de otras minorías), sino criticar y abolir la economía y la política, el trabajo y el Estado, el sindicato y el partido, y toda forma de alienación, separación, explotación y opresión en general. [...]
En el fondo, esto es así porque el comunismo es la reconciliación de la humanidad consigo misma (y con la naturaleza o el cosmos) aboliendo las clases y los fetiches; es la reunificación y desalienación de todas y cada una de las actividades humanas, de la totalidad de las relaciones, de la praxis y del hombre. La revolución comunista se hace para reapropiarnos y disfrutar de nuestra vida, de sus condiciones, sus actividades y sus frutos, en toda su multidimensionalidad o totalidad… Para que la humanidad vuelva a ser humanidad.
(Es por ello que no se puede pensar y actuar en pos del comunismo bajo los mismos parámetros del capitalismo –economía, política, ideología, o trabajo, Estado, etc.-. El comunismo no es un capitalismo mejor administrado o sin los peores males del capitalismo (¡bazofia socialdemócrata contrarrevolucionaria!). Tampoco es “un nuevo modo de producción” con un “nuevo Estado” (¡otra bazofia socialdemócrata!). El comunismo es la negación, irrupción, ruptura, abolición y superación del capitalismo. El comunismo no solo es una forma histórico-social superior al capitalismo, sino una forma de Ser (de humanidad) profunda, radicalmente distinta y opuesta. Es otro Ser y, por tanto, otro paradigma; un saber otro y antagonista. Existe y se mueve bajo otras lógicas, en este caso, es práctica y teóricamente antieconómico y antipolítico, antimercantil y antiestatal; en suma, anticapitalista, antifetichista o antialienación y antiseparación, tanto en la acción como en el pensamiento. Con esto recordamos, de paso, que la categoría revolucionaria central es la totalidad, así como el antagonismo).
Por otro lado, y como ya hubo de aclararlo Marx (aunque también Bakunin), la revolución proletaria no es una revolución política o parcial, sino una revolución social o total. La revolución burguesa fue –tenía que ser- política. La revolución proletaria será –tendrá que ser- social.
El principio de la política es la voluntad y el poder del Estado. El principio de lo social es la totalidad social de la vida y el ser (o si prefiere, cómo nos relacionamos para vivir). Por tanto, una revolución política solo redistribuye (democráticamente) el poder pero dejando intactas las condiciones de ese poder que nos despoja de controlar nuestras propias vidas. En contraposición a ello, una revolución social abole tales condiciones en pos de la reapropiación y el control sobre nuestras vidas. La revolución política solo cambia una clase dominante por otra, un gobierno por otro, un Estado por otro. Por el contrario, la revolución social suprime revolucionariamente las clases sociales y el Estado. En fin, una revolución política no es revolución, es reforma, y toda reforma es conservadora de lo esencial: del capitalismo, la sociedad de clases y el Estado, de la contrarrevolución. Una revolución política, entonces, es parcial, reformista y contrarrevolucionaria por esencia. La revolución social, muy por el contrario, es una revolución total, integral y radical o no es (“o cambiamos todo y de raíz o nada cambia”). La revolución proletaria es una revolución social, no política ni económica ni cultural.
Recuérdese además que lo radical atañe a la humanidad misma, es decir que la revolución social transforma a la totalidad de las relaciones humanas y al ser humano mismo; es una revolución de la Vida y del Ser, puesto que la humanidad-proletarizada y sufriente se transmuta, mediante la abolición revolucionaria de sí misma como clase, en “humanidad socializada” (Marx) o en comunidad humana real. El comunismo es el fin de la “prehistoria humana” (o sea, sociedades gobernadas por fetiches) y, en cambio, es la inauguración de la auténtica historia de la humanidad en cuanto humanidad. Insistimos: el comunismo no es solamente la abolición violenta del capitalismo mediante la dictadura revolucionaria del proletariado, sino la transformación histórica y social más profunda, radical, total e integral del Ser… de la Vida (lo que obviamente implica a la vida cotidiana… y esto no sería la “autogestión” sino la revolución comunista de la vida cotidiana)."
Esperamos haber sido claros. 
Para reforzar este intransigente criterio programático comunista, enviamos los siguientes textos a tomar en cuenta: 
NOTAS CONTRA LA DICTADURA DE LA ECONOMÍA - GCIhttp://gci-icg.org/spanish/comunismo39.htm#dictadeconomia (el cual, curiosa y paradójicamente, lo encontramos también en su blog: http://tentativa21.blogspot.com/2010/07/notas-contra-la-dictadura-de-la.html)
LA CONTRARREVOLUCIÓN RUSA Y EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO - GCI (en especial el primer capítulo "La concepción socialdemócrata de transición al socialismo" y el acápite "Contra el gestionismo"): http://gci-icg.org/books/LaContrarrevolucionRusa.pdf
DECLIVE Y RESURGIMIENTO DE LA PERSPECTIVA COMUNISTA - GILLES DAUVÉ (en especial los Prefacios y el capítulo "Capitalismo y Comunismo"): http://www.comunizacion.org/Decliveyresurgimiento.pdf
"Plan revolucionario inmediato" - Bordiga (PCInt) (que, a pesar de sus limitaciones y rezagos a desechar, es una propuesta de medidas en el fondo antieconómicas/anticapitalistas): http://anabaptismo.blogspot.com/2010/12/el-programa-revolucionario-inmediato.html
Y para rematar este: CONTRA LA SOCIEDAD MERCANTIL GENERALIZADA - CUADERNOS DE NEGACIÓN N° 3, que se lo pueden descargar de este link: http://cuadernosdenegacion.blogspot.com/2010/03/nro3-contra-la-sociedad-mercantil.html
Saludos internacionalistas. 
Pd. Si en este reenvío hemos quitado a propósito a algunos contactos no es por sectarismo, si no por cuestiones programáticas, de clase y hasta éticas: no nos interesa perder tiempo y palabras con agrupaciones socialdemócratas (además de intelectualistas, economicistas, eurocentristas, pacifistas, etc.) disfrazadas de "comunistas". Nos reconocemos en ruptura con ese sector. 

2 comentarios:

  1. Retomar el debate pues el terrorismo de Estado contra el proletariado se ha extendido desde Cuba hacia Venezuela...en nombre de la revolución y el socialismo...

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  2. La minorías revolucionarias necesitamos un Consejo de Coordinación Regional....

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